En la profesión solemos o se solía usar discos con la galleta «en blanco», es decir, que alguien los ha impreso con versiones o remezclas difíciles de conseguir y que no tienen tras de si ningún tipo de referencia a las compañías discográficas. Era común ver en algunas disqueras un acrónimo y un número, escrito con un rotulador, que sólo el DJ sabía lo que significaban.