Tercera y última entrega para culminar con un artículo extremadamente interesante de cara a tu sonido. Si, saber cómo suenas y cómo mejorarlo es la idea de éstas publicaciones, que puedas utilizar recursos que están a tu alcance y quizás no sabes bien cómo llevarlos adelante… o te has olvidado, que también suele pasar.
IMPORTANTE
En caso de que no tengas disposición para aprender, deja de leer. La cultura del todo hecho sin esfuerzo no crea mejores DJs, en todo caso, sólo hace productos que aparecen igual de rápido que desaparecen, no existen los atajos ni los caminos cortos.
Paso a paso, avanzando firme y seguro. Es exactamente a lo que te invitamos. En sonido, a pesar de que parece todo muy simple, en la realidad no lo es tanto. Quizás no quieres aprender técnicas ni leer, mucho menos digerir y depurar el conocimiento, simplemente quieres sonar cómo tal o cuál… te vamos a pinchar un globo: ellos no suenan así, lo hacen sonar así para ellos.
ECUALIZADORES – TIPOS
Gráficos:
Son aquellos con frecuencias fijas, siendo el más simple el típico control de tonos grave/agudo. Tenemos también los de uso más común como el de 10 octavas y más profesionales como el de tercio de octavas de 30 bandas. En las figuras podemos ver un EQ DE 3 bandas (Low, Mid, Hi), 10 y 30 bandas.
Paramétricos:
Son aquellos que permiten elegir una frecuencia para luego ser ecualizada. En algunos casos también es posible elegir el ancho de banda.
Semiparamétricos:
Iguales que los paramétricos pero la posibilidad de elección de frecuencias es en un rango determinado.
FILTROS
Estos dispositivos son similares a los ecualizadores y trabajan sobre una porción del espectro armónico.
Filtro LPF (Low Pass Filter)
El dispositivo trabaja sobre una frecuencia de corte (cut-off Frequency), dejando pasar todo el espectro que se halla debajo de la frecuencia de corte, eliminando el registro agudo por encima de ella. En algunos casos es posible encontrar un parámetro llamado pendiente de corte, el cuál establece la cantidad de dB de recorte por octava. (Por ejemplo LP12, LP24 en donde los números expresan la cantidad de dB de recorte por octava.) En las siguientes figuras podemos ver un LPF con pendiente más suave en el primer caso y más abrupta en el segundo. (Según el dispositivo suele abreviarse como LPF o simplemente LP).
También es habitual un parámetro llamado resonancia, el cual acentúa las frecuencias que están cerca del cut-off, produciendo un típico sonido sibilante.
Filtro HPF (High Pass Filter)
El dispositivo, al igual que el anterior, trabaja sobre una frecuencia de corte (cut-off Frequency) dejando pasar todo el espectro que se halla por encima de la frecuencia de corte elegida, eliminando el registro grave por debajo de ella. (Puede abreviarse como HPF o HP).
Filtro de Paso de Banda (Band Pass Filter).
Este tipo de filtro establece dos frecuencias de corte, y funciona como un filtro simultáneo LPF y HPF. En el ejemplo de la figura solo se oirán los armónicos comprendidos entre 500 Hz y 2 KHz.
Filtro de Recorte de Banda (Band Notch Filter).
Este tipo de filtro establece dos frecuencias de corte, y elimina una banda comprendida entre dos frecuencias. Esto es especialmente útil si queremos eliminar algún ruido indeseable del cuál conocemos su frecuencia.
Filtro Atenuador o Enfatizador de Graves (Low Shelf Filter).
Este tipo de filtro establece una frecuencia a partir de la cual se enfatizan o recortan todas aquellas que se encuentran debajo de la misma, en la misma magnitud, de la ganancia asignada.
Filtro Atenuador o Enfatizador de Agudos (High Shelf Filter).
Este tipo de filtro establece una frecuencia a partir de la cual se enfatizan o recortan todas aquellas que se encuentran por encima de la misma, en la misma magnitud, de la ganancia asignada.
Esta es una reseña de los filtros más comunes utilizados en la práctica profesional. La comprensión conceptual del comportamiento de los mismos, permitirá al productor, desenvolverse con cualquier dispositivo mecánico o virtual. La aplicación de estas herramientas en el tratamiento del audio nos posibilitará manipular el timbre, teniendo como objetivo, el logro de un resultado profesional.