Raro es el DJ que no ha fantaseado con ir a Ibiza a pinchar. Más raro aún sería nombrar a ésta isla y que un DJ no sepa al menos que queda en España, porque es uno de ésos punto en el mundo donde algunos (más de los que te imaginas), irían gratis !!!
Ibiza es una referencia planetaria para DJ’s y público asistente. Durante la temporada estival española, la isla se convierte en un absoluto festival continuo, donde se conjugan el atardecer y el amanecer entre fiestas.
Fue en la década de los ’60s donde empezó todo el movimiento que conocemos hoy. Es cuando se produce el boom del turismo, la economía de la zona, basada hasta entonces en la agricultura, gira en 180 grados dando paso a hoteles y apartamentos en los que albergar el turismo en el Mediterráneo. no en vano, algunas de las más renombradas discotecas del mundo tiene presencia en ésta isla, a la que cada vez le queda menos sitio.
La isla de Ibiza es espectáculo cosmopolita. Hay censadas más de 150.000 personas, de los cuales, una tercera parte, viven en Ibiza, que es el municipio más pequeño. El resto se reparte en los cuatro municipios restantes, conformando una diversidad cultural inigualable.
Para nosotros, Ibiza tiene sus nombres propios. Privilege, Edén, Es Paradís, Amnesia, Space, Pacha, Gala Night, Ushuaïa… son ésos lugares donde se dan cita año tras año los máximos exponentes del circuito internacional. De un tiempo a ésta parte, muchos de los grandes referentes se han visto obligados a dejar un hueco, aunque no quieran, a ésa nueva horda de pseudo-djs con dinero o famosillos del momento.
El caso más sonado éste verano es el de Paris Hilton. No hace falta que te digamos quién és, porque la rubia despierta pasiones encontradas allá donde va. Empezó a meterse en las cabinas allá por 2012 y hoy cobra la nada desdeñable cifra de 260.000 euros por sábado en Amnesia.
¿Le pagan por pinchar? Esta claro que es lo más irrelevante, le pagan porque la heredera del imperio Hilton lleva un público muy selecto que no duda en gastar 80.000 euros en un reservado por verla y estar «en el mojo del asunto«. Así que imagina que con ésas cajas, llegar a algo más de un cuarto de millón por sábado, no es un problema.
Tras las sesiones de la rubia hay un cuidado y elaborado proyecto, donde la producción de cada puesta en escena está cuidada al detalle. La imagen de marca, sumada al enorme despliegue tecnológico y la solera de la discoteca, hacen que cada una de las aparaciones en escena de la diva sean, sencillamente, al nivel del más absoluto espectáculo.
Esto contrasta gravemente con los depauperados sueldos de los DJ’s en la actualidad, los mismos que todos los fines de semana mantienen al público local y que viven «en la cuerda floja«, a la espera de que algún otro mal llamado DJ, venga y se ofrezca por la mitad o gratis. Debemos, obviamente, tratar de apartar cuanta diferencia estúpida nos separa para aunar esfuerzos y tratar de dignificar a la vez que profesionalizar ésta profesión.
Cuando escucho a otros compañeros decir la manida frase de que «por lo menos estoy trabajando«, «da para comer y seguir adelante«, sólo me viene a la mente que tras más de 25 años de trayectoria, reconocimientos (que para mí, el dinero por mi trabajo es uno de los más relevantes) y multitud de salas a lo largo de tres continentes, más de 6.000 anuncios de radio e infinidad de eventos privados, se me revuelven las entrañas al pensar que podíamos estar cobrando nuestro trabajo en condiciones aceptables en lugar de aceptar sueldos en ocasiones, miserables. De hecho, éste verano he rechazado dos discotecas de Puerto Marina porque la propuesta económica era, cómo les dije en sus caras, una MIERDA, que debería darles vergüenza ofrecerle ésto al profesional que se encargará de mantener a la gente en sus salas. No es orgullo, es dignidad y respeto.
¿Cuanto debería cobrar el DJ? Eso ya lo hemos contestado por aquí y sinceramente, no puedo estar más que de acuerdo con éstas exposiciones.
Jordy Max es DJ Profesional y locutor de radio. Colabora en el Planeta de los DJs con opinión contrastada, experiencia y un gran conocimiento en las áreas de trabajo del DJ, aportando profesionalización al entorno que nos rodea. Persona con carácter, en lo personal y lo profesional, imprime siempre su huella en todo tipo de eventos. Sus sesiones, muy variadas en géneros y estilos, casi siempre de un marcado corte comercial, suelen ser trepidantes y muy energéticas, con el toque old-school que le gusta. Se nota la escuela, de la que nunca reniega, ama profundamente la música.